Que nadie nos quite la ilusión

A veces me considero egoísta al querer con tantas ansias querer ver a la Celeste campeón, a veces creo que la incondicionalidad se da en amarlo tal como siempre ha sido, y en verdad a nuestro O’Higgins se le quiere y se le ama mucho más en las malas, pero aunque suene injusto con todos los que siempre apoyaron y partieron al cielo Celeste sin cumplir su sueño, quiero y ansío más que nada ser campeón.

No quiero ser campeón para dedicárselo a otros, tampoco por pintar una estrella, aunque que linda se vería en la bandera gigante, quiero ser campeón porque nuestra gente se lo merece, porque añoro ver esas caras que muchas veces las he visto mojadas por lagrimas de pena, llorar por fin de alegría.

Quiero ser campeón por mis viejos, por mi viejo que de tanto decir que no va más al estadio, cada día está más firme con mi vieja en la tribuna, quiero ser campeón por la Tía Mónica que ha dado toda su vida a la Celeste, por la Tía Ivonne que por seguir a la Celeste ha compartido un bus un día entero con la barra y por tantos otros que si los nombro esta historia sería interminable.

Hoy partimos un nuevo camino de ilusión, seis partidos nos separan del sueño, y aunque nos digan ilusos, nadie nos puede privar del derecho de soñar y si nos caemos tenemos la fuerza necesaria para volver a soñar.



En tu histórica ciudad
Se oye un palpitar
Son los sueños de tu hinchada
Que la vuelta quiere dar…
Vamos OHiggins!!!